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Hace 32 años Juan Pablo II cambió la historia de Zacatecas

Fue aquí donde realizó lo que muchos han considerado su primer milagro en vida

Este 12 de mayo se cumplen 32 años de la visita del Papa Juan Pablo II a Zacatecas. El Papa encabezó una misa multitudinaria en el lomerío de Bracho donde se reunió un millón de personas, entre fieles católicos, líderes políticos y sociales, que se unieron rompiendo barreras. La entidad zacatecana se agendó dentro de las actividades de la segunda visita del ‘Papa Viajero’ a México.

Por gestiones del entonces obispo de Zacatecas, Javier Lozano Barragán, y del entonces gobernador del estado, Genaro Borrego Estrada, ante la nunciatura apostólica, se le hizo la invitación oficial al Papa Juan Pablo II para que visitara Zacatecas, ya que el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, lo había invitado para realizar su segundo viaje a nuestro país.

Juan Pablo II aceptó la invitación del presidente y dentro de la agenda quedó aceptada la invitación a Zacatecas, la que se realizó el 12 de mayo de 1990, la estancia en nuestro país de Juan Pablo II fue del 6 al 13 de mayo (visitó Ciudad de México, Valle de Chalco Solidaridad, Veracruz, Aguascalientes, San Juan de los Lagos, Durango, Chihuahua, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Zacatecas, Tlalnepantla y Cuautitlán).

Originalmente sería Fresnillo el lugar que visitaría el Papa; sin embargo, debido a cuestiones logísticas se decidió por la zona de Bracho en la capital zacatecana.

Una noche de hermandad
La emoción embargó a los habitantes del estado al conocerse la noticia de que el Papa Viajero arribaría a esta entidad minera, tanto fue así, que la noche del 11 de mayo jóvenes, mujeres y hombres hicieron una valla humana desde la entrada a la ciudad hasta el lomerío de Bracho “para ver pasar al Papa”, esa noche la ciudad no durmió.

En Bracho sucedía algo igual, grupos católicos realizaron una velada de oración y la gente llegaba a pie a ocupar su lugar, tampoco durmieron.

Unas semanas antes se realizaron modificaciones al atrio del templo de Bracho, a fin de que el lugar fuera digno para el altar.

El sábado 12 de mayo fue un día especialmente caluroso, el cielo se veía más azul y el día especial comenzó. El Papa arribó al Aeropuerto Internacional “General Leobardo C. Ruiz” en Calera, y fue recibido por un grupo de invitados especiales y algunos fieles que formaron la valla para su recepción, descendió del avión en el que viajó acompañado por el obispo Javier Lozano Barragán, venían de la Ciudad de México. Y ahí comenzó todo.

Saludó a quienes estaban en la valla se acercó a los fieles como era su costumbre, sus vestiduras se veían más blancas. Las muestras de cariño se dejaron escuchar, pañuelos blancos, porras, manos extendidas con la esperanza de tocarle.