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Unicef urge regreso a clases presenciales; advierte pérdida de aprendizajes

CIUDAD DE MÉXICO.

La crisis de aprendizaje en niños y niñas que ya era un problema prepandémico hace cada vez más urgente el regreso a las clases presenciales, advirtió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que además alertó sobre el hecho de que, según diversos estudios, aquellos alumnos quienes dejaron la escuela durante este periodo difícilmente querrán volver.

“Va a ser un desafío regresar y recuperar la rutina, recuperar el aprendizaje y motivar a los que han dejado la escuela, porque los que ya no están o han dejado de aprender durante este periodo de crisis difícilmente van a querer regresar a la escuela, según los datos que tenemos”, dijo Pressia Arifin, representante adjunta de Unicef México.

Durante la presentación del Informe Anual 2020 de Unicef México, la representante adjunta del organismo consideró que para tener un regreso exitoso a las aulas, además de las medidas de higiene y sensibilización a los alumnos y padres de familia, se requerirá invertir en la recuperación de aprendizajes por parte de maestros y autoridades educativas.

“Y reconocer que hay nuevas maneras de aprendizaje y la crisis nos ha presentado una oportunidad que es necesaria en México y es la digitalización de la educación, pero también hay desafíos en donde tenemos que duplicar o triplicar esfuerzos en la infraestructura para asegurar que llegue el internet en los lugares más remotos del país”, expuso.

De manera paralela, se tendrá que capacitar a los maestros para integrar la digitalización en sus maneras de enseñanza.

“Aunque sabemos que tenemos un desafío muy grande, tenemos que replicar los esfuerzos, hay que invertir en aceleración de aprendizaje y recuperación de aprendizaje y adaptarnos a las nuevas maneras de aprendizaje y es una tarea muy grande”, insistió la representante adjunta de Unicef México.

Niños, los más vulnerables

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en México (Unicef) advirtió que se está frente a una generación de infantes que adolece cada momento que pasa y ve afectado negativamente su desarrollo. La pandemia, sin duda, alertó el organismo, ha puesto en riesgo los logros obtenidos en años anteriores y amenaza su futuro.

“La pandemia afectó a la niñez en diversos aspectos de sus vidas limitando su desarrollo integral: sus escuelas cerraron y las opciones para continuar con sus estudios a distancia dependieron de los recursos tecnológicos que tenían en casa; su acceso a alimentos se ha reducido y, por tanto, niñas y niños corrieron el riesgo de pasar hambre; el distanciamiento social y el confinamiento prolongado afectó su salud mental provocando que se sintieran estresados y deprimidos”, indica en su Informe Anual 2020.

De acuerdo con Unicef, la enfermedad de covid-19 constituye una amenaza a la salud y nutrición de los niños, niñas y adolescentes más vulnerables pues atraviesa esta crisis en un contexto en el que el 55.5% de los hogares presentan algún grado de inseguridad alimentaria; es decir, no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas durante un periodo prolongado.

La actual crisis de aprendizaje derivada de la pandemia por covid-19 es otro de los desafíos que el país enfrenta, pues en años anteriores ya arrojaba cifras preocupantes: casi 80% de las y los estudiantes de educación primaria contaba sólo con niveles mínimos de competencia en lectura, escritura y matemáticas, de acuerdo con la evaluación PLANEA 2018.

Hoy, agrega, en las familias de las poblaciones más pobres, los niños y niñas que no pudieron continuar con su educación a distancia serán los más golpeados, debido a la falta de acceso a internet o computadoras, así como por no contar con los mismos recursos educativos que hay en las escuelas.

“Para Unicef fue -y continúa siendo- una prioridad el uso y la disponibilidad de soluciones de baja tecnología o “cero tecnologías” para atender a las niñas, niños y adolescentes que no pueden acceder a la educación a distancia”, plantea.